domingo, 31 de marzo de 2013

Sobran horas, pero falta tiempo para el sosiego



Cuento hasta diez, y no consigo descabrearme. Hasta veinte, y tampoco; además, nunca llego, porque mi mente cambia enseguida a otro tema, también muy irritante: he de recoger los restos de la fiesta de anoche. 
Para colmo, alguien me afanó una hora de sueño para ahorrar energía.
Me refugio en twitter, y peor, los TT son larguísimos, insulsos, de fútbol, o del puñetero granhermano que todo lo ve.
Aún me queda la respiración abdominal... uno, dos, ... quince segundos para inspirar, otros quince para espirar. Me mareo. 
¿Cuál era el motivo del disgusto? se me ha pasado. 
Redactar posts sosiega. 

sábado, 30 de marzo de 2013

Sed fugit interea fugit irreparabile tempus



—    En tal caso, espabila, no sea que se te escape el tren, le dijo su hermana.
—    Tranquila, aún es pronto, y no hay casi tráfico. Llegaré a tiempo, y todavía me sobrará para tomarme un café.
Era obvio que Juan no se estresaba por nada, ni siquiera aquel día, en que recibió la llamada de su superior, que lo apremiaba a presentarse a un capítulo urgente de su congregación en plenas vacaciones.
Había llegado su hora, y él lo sabía.
No necesitaba correr, porque lo esperarían, sin duda. Los tiempos eclesiásticos se miden con otros relojes. Pronto cambiaría su vida.