domingo, 5 de febrero de 2012

Fuera del tiesto

Sacaré los pies del tiesto, pero no me resfriaré, porque encontraré otros muchos, muy pegados entre sí, agobiados, solidarios en su rebeldía, como formando una imagen imposible de Escher, pie contra pie, pie contrapeado, pie retranqueado; sin estridencias, pero con gran contundencia, pues seguro que antes eran cabezas —todo cobrará sentido: pies y cabeza—, las mismas que se peinaban con el agua y el peine común que alimentaba la maceta, en apariencia saludable para los pies que aún no hubieran decidido salir del barro protector y acogedor que los cultivaba, hasta acabar sirviendo de abono de los recién llegados.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Vales griegos


Grecia reparte vales para alimentar a sus futuros contribuyentes, que se desmayan de hambre en la escuela. 
Los maestros explican matemáticas, lengua, filosofía, sin dejar de preguntarse qué contaron mal a los padres de estos pequeños helenos para llegar a la necesidad de cambiar papelitos por leche o galletas financiados por iglesias, ayuntamientos y empresas.
De pronto, la memoria más arrinconada me trajo el sabor a pobre —entonces no apreciábamos ese matiz— de una leche aguada en el patio del colegio, hace casi cinco décadas.
Los maestros enseñan geografía, pero no pueden explicarse Europa, ni la desnutrición de sus pupilos.