lunes, 27 de septiembre de 2010

El tercio perdido y hallado en el pueblo


El tirano prefiere no celebrar la derrota, se le notaría mucho, y no podría digerirlo. Ni haciendo trampas en el censo lo ha conseguido. Pierde votos, gana escaños, ¿quién lo entiende?
Su bota pisotea al pueblo que lo ha soportado, pero esa alfombra empieza a quedarse corta. Malo para usted, Sr. Chávez, bueno para Venezuela.
¿Por qué no levanta el pie? ¿por qué no se quita la bota? ¿por qué no se quita usted? ¿por qué no se calla?
Espute ya sus penúltimas histrionadas, don Hugo, y busque una nariz a juego con su camisa, porque cada vez engaña menos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Traslucidez (r.)


He aquí un aspecto desconocido –obviamente, ya verás—, de mi personalidad: soy invisible. Pero no de ésos de película, con traje, sombrero, gafas y hueco.
No.
Soy un intangible social.
Ni toco, ni me tocan. Ni me paro a mirar, ni me ven. No soy de ningún equipo de fútbol. Trabajo lo justo, subsisto con poco. No soy triste, sólo anodino. Sin amigos, no tengo que hacer favores, ni deberlos después.
Eso sí, cada cuatro años voto, porque a demócrata no me gana nadie.
¡Ya habrá quien arrime el hombro para que yo pueda seguir luciendo mi transparencia vital!

jueves, 16 de septiembre de 2010

Me bajo del escenario


Inquieta sentirse inmerso en escenarios de todo tipo: ideológicos, bélicos, políticos, económicos, hostiles, «amigables», del crimen...
A mi alrededor no veo las bambalinas, el proscenio ni las candilejas. Vaya.
Recuerdo los chistes políticos de Forges donde no faltaba nunca la palabra «coyuntura», que trufaba los discursos de los tiempos predemocráticos y de transición. Ahora parecería algo carnal.
La memoria palabrológica es deleble ante la apisonadora práctica del inglés, combinada con la bobería de muchos parlatanes de la escena pública.
Vaya mi lanza hecha pedazos por «situación», «panorama», «circunstancias», «perspectiva», «ocasión», vocablos que no exigen público en el patio de butacas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El cerco revolucionario


Madre y reina. Tu hijo partió, hambriento de justicia y libertad. Lo prefirió a seguir tragando el menú de mentiras crudas que sirven en la isla. El cambio tarda demasiado. Los cubanos de verde y botas aún creen que la palabra Revolución alimenta. Fidel se lía, no le creo, ni antes, ni ahora.
Reina Luisa, estoy contigo.
Aguanta.
Sois legión, las reinas del futuro isleño. No estás sola. Si no puedes pasear, lo haremos por ti. Nombrándote, te protegemos. Cuándo sabrán que el amor de madre no se doblega ante el acoso de los que no conocen a la suya.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

No es persona sin su café (revisitado)



Detiene el despertador a golpes —ella, yo no uso, lo confesé muchos párrafos ha—, se sumerge entre almohadas y saborea semidormida seis o siete aclimatantes minutos hasta convencerse de que el tiempo no se estira tanto como ella. Enciende alguna lámpara y, descalza, avanza hacia la cocina. Más luz, ahora de fluorescente. El sol tarda algo aún. Una taza, leche semidesnatada y el ineludible brebaje resucitador y excitante. Diríase que el filtro de la cafetera hubiera estado conservando aletargada nuestra consciencia, y la devolviese luego infundida, reforzada con cafeína, para soportar el telenoticiero matinal... o el resto del día.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Borrón sin cuenta nueva


A modo de memoria RAM volátil, como quien hace un reinicio diario o pone a cero el contador mental, el joven avatar inicia su jornada. Le cunde mucho. Pasa inadvertido mientras comete sus fechorías, repetitivas, nuevas o imaginativas, sin aparente premeditación. En su espontaneidad encuentra los mimbres de cada barrabasada; quizás, por tratar de excluir lo normal o lo rutinario. Su objetivo inconsciente es concitar la atención, o bien, mantener la audiencia. Lo consigue siempre, pues no se puede cambiar de canal.
La libreta de su materia gris se emborrona, mas sabe cómo sobrescribirla sin preocuparse por hacer cuenta nueva.

Mapas de la mente (r.)

MAPA DE UN PRIVILEGIADO USUARIO DEL SISTEMA
La vanguardia en sistemas de orientación será un dispositivo mental conectado por métodos inalámbricos a las neuronas responsables del pensamiento. Antes de usarlo, el humano —aunque no se descartan los modelos para animales de inteligencia similar, o superior, a veces— autorizará la expresión gráfica de sus vericuetos intelectuales, por espinosos que éstos resulten. En horas quedará plasmado con gran detalle el cartograma de la razón de cada individuo. No tendrá precio como herramienta de psicoespecialistas. Aún afinan los criterios para las áreas representadas. Se resiste el parámetro «Sentido común»: falta recopilar muestras de sensatez suficientes para el eje de referencia.

domingo, 5 de septiembre de 2010

No somos nadie... (r)


...y menos en pelotas, me decía un compañero de sauna.
Vestidos, algunos ganamos. Cubrimos nuestro pellejo igualitario para orientar a quien nos habla. Exentos de prejuicios (¿sí?), tendemos a filtrar mecánicamente el registro oral correcto para dirigirnos al próximo influidos por los tejidos que lo enfundan.
Expuestos, esto se complicaría: la charla debería empezar en un tono neutro válido para todos —los tatuajes despistarían algo, reconozco— y, tras unos minutos, sintonizaríamos con el grado de familiaridad o distancia sugerido por las frases iniciales.
Después, ya podríamos vestirnos, y no al revés, como suele ocurrir, para recuperar enteros, o perderlos todos.