jueves, 17 de junio de 2010

El tiempo ahora es real


Entendemos por real el tiempo inmediato, simultáneo al momento actual, el que no nos hace desperdiciar ni un minuto aguardando a que un lento procesador ejecute sus cálculos, o que una transmisión vía satélite devuelva un dato para seguir trabajando en nuestra cronología, la humana, la de los sesenta segundos por minuto.
Disipamos la emoción y la noción de la espera, palabra ésta que, sin más dilación, quedará desprestigiada. Ya lo está, y todos quieren acortar sus listas, vana esperanza.
El amor a primera vista será flechazo en tiempo real, aunque ambos seducidos prefieran que se paren todos los relojes.

martes, 1 de junio de 2010

Rectificar es de sabios; a diario, de descerebrados


El error se presentó con abrumadora claridad. Ni los argumentos más sofisticados daban esperanzas de viabilidad a la solución de Eusebio. Se había confundido, y no le quedaba otra que recular. Una vez atrás, ganó perspectiva, y pudo apreciar cómo, en el fragor de la decisión, se le habían escapado algunos matices cruciales que ahora veía con nitidez.
Pensó en lo del árbol que tapaba el bosque, y eso, y aprovechó para aprender de su yerro, y cosechar más sabiduría.
Interrumpió sus cavilaciones el vuelo de una mosca, que no paraba de estamparse una y otra vez contra el cristal.

Me posiciono (r.)


Hay tiempos en los que es mejor no moverse demasiado, no sea que la foto salga borrosa. 
Quietos, nuestra pose simplifica la labor del daguerrotipista más zote. A eso puedo llamarlo posicionarme: si estoy de pie, estoy en posición vertical; si estoy tumbado, en posición horizontal; a medio camino, estaré sentado; agachado, flexionado o inclinado. 
En los últimos tiempos, uno también puede posicionarse con respecto a algo o alguien, lo que antes se conocía como adoptar una postura
Lo malo de quedarse demasiado inmóvil es que pueden colgarte una etiqueta o, lo que es peor, ponerte un precio: ¡desposiciónate ya!